México 2018 La disputa por el poder

Material electoral que el INE mandó a los ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero. | Víctor Almazán

Véase También: Voto desde el extranjero

Por Telésforo Nava Vázquez

En el marco de las elecciones por la presidencia en México se vive una encarnizada disputa por el poder entre las élites políticas y económicas, y como suele ser en estas batallas los contendientes pretenden involucrar en su favor a las clases subalternas Hoy también interviene arteramente el crimen organizado asesinando candidatos y a otros políticos. Las diferencias entre los candidatos presidenciales, más que programáticas, especialmente se presentan en la estridencia del discurso, así como en la infinidad de promesas que hacen. Habrá candidato que arengue y exalte a sus seguidores para amenazar a sus oponentes, para luego frenarlos esperando que los contrincantes entiendan el mensaje.

En el fondo ninguno de los tres principales candidatos (Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade) propone un cambio medianamente profundo, ni de régimen político ni mucho menos de relaciones sociales que modifiquen la nueva etapa de explotación de los trabajadores por parte de los empresarios. AMLO (Andrés Manuel López Obrador), candidato supuestamente de izquierda y discursivamente  más radical ya hizo saber que no veía mal al modelo neoliberal, al cual sólo habría que limarle las aristas más ásperas, aunque es su costumbre tener propuestas diferentes sobre un mismo tema, según su auditorio.

Antes de abordar las líneas políticas de los candidatos, en esta primera entrega ubicaré los antecedentes y el contexto que permitan comprender la despiadada lucha por el poder que está en marcha, así como un breve perfil de los tres principales candidatos.

AMLO
Andrés Manuel López Obrador, foto de su sitio oficial.

La crisis rampante del PRI

En 1997 empezó a materializarse la crisis del Partido Revolucionario Institucional (abierta por el movimiento estudiantil de 1968 y radicalizada con la ruptura cardenista de 1988), por primera vez en su historia perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, que por primera ocasión se sometía al sufragio ciudadano. En el 2000 pierde la presidencia frente a Vicente Fox Quezada del Partido Acción Nacional (PAN, partido de derecha, conservador, fundado en 1939 para enfrentar las reformas cardenistas y la Constitución Política de 1917), y que aún con mayor convicción mantendrá la política neoliberal inaugurada por el PRI en diciembre de 1982, pero también mostrará una gran capacidad de corrupción e ineficiencia política (el hijo mayor de la Primera Dama, cuya familia era de clase media que vivía de una farmacia en una pequeña ciudad del estado de  Guanajuato, a los pocos meses de que su padrastro asume el poder, él viaja en un Jet de su propiedad).

Fox no obstante haber prometido que terminaría con el corporativismo, la corrupción, la anti democracia, la impunidad, la violación del estado de derecho, etc.,  jamás lo cumplió. La población que le creyó y votó masivamente por él, quedó frustrada. Mantuvo íntegro el cáncer del corporativismo, e incluso con algunos de sus peores dirigentes hizo acuerdos y los encumbró, como fue el caso de Elba Esther Gordillo. A los gobernadores, senadores, diputados y presidentes municipales priistas, no sólo los fortaleció económicamente sino también les aseguró total impunidad. A pesar de esta experiencia, en las elecciones presidenciales de 2012 el PAN volvió a ganar.

Doce años de gobiernos panistas neoliberales sumados a los tres anteriores del PRI, hundieron al país en el desempleo, con salarios miserables, en la carestía de todos los bienes, en el desmantelamiento de los derechos sociales (como la educación, la salud, el derecho de los campesinos a la tierra, la seguridad social, etc.),  en la dilapidación de los enormes ingresos por exportación de petróleo, y en una vorágine de violencia ejecutada por el crimen organizado, coludido con el poder público. Para los empresarios ha sido una época de oro, surgieron mega millonarios que han engrosado las listas de Forbes, quienes fueron catapultados con la privatización de bienes nacionales efectuada por el presidente Carlos Salinas.

El priismo repuesto del golpe de la derrota del 2000 que lo metió en graves luchas intestinas,  y a pesar de las amenazas de Fox de que los aplastaría como alimañas, a él y a Felipe Calderón les tomaron la medida de su incapacidad para ejercer el poder y gobernar, los acorralaron y sometieron a campañas mediática para desprestigiarlos.

En ese contexto, en 2012 el PRI se reagrupó alrededor de un joven y ambicioso candidato, Enrique Peña Nieto (EPN, esculpido mediáticamente por Televisa), reciente ex gobernador del poderoso estado de México, semillero de muchos de sus destacados políticos, y sede del Grupo Atlacomulco, y se lanzó al asalto del poder, anunciando que ellos si saben cómo gobernar. El Edén prometido era el regreso de “un nuevo PRI” para vivir un México próspero, moderno, con empleo y buenos salarios. Lo mismo que desde diciembre de 1982 prometen los gobiernos del PRI y del PAN. Carlos Salinas (1988-1994) aseguró que llevaría a México al Primer Mundo y lo dejó en una severa debacle. El objetivo estratégico de EPN ha sido eternizar a su partido en el poder, al costo que sea, como lo demostraron en las elecciones del año pasado en su estado natal donde con fraude y compra de votos impuso a su primo en la gubernatura, robándole de manera descarada la elección a la candidata del nuevo partido de AMLO: Morena.

Peña llegó para profundizar la política neoliberal, así apenas se instaló en la presidencia acordó con el PAN y el PRD una serie de reformas que llamaron Pacto por México, como es la privatización de los energéticos y entrega del subsuelo a empresas mineras, especialmente extranjeras; y aunque prometió lo contrario, porque él sabía cómo hacerlo,  continuó con la política de confrontación con el crimen organizado inaugurada por su antecesor panista (53,105 asesinatos del crimen organizado, y con Peña para marzo pasado 64,700 ); a la par que llevó la corrupción a niveles de descaro y total impunidad. No obstante que la prensa extranjera lo calificaba como el salvador de México, en 2014 con la matanza ejecutada por el ejército de 22 personas en Tlatlalla, Guerrero  y la desaparición en Iguala, Guerrero de 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, su gobierno empezó a derrumbarse. EPN de tener 54% de aceptación hoy tiene menos del 20%. Ciertamente supo demostrar que el priismo está en ruinas.

meade-big
José Antonio Meade, foto de su sitio oficial.

Un discurso seudo radical y ambivalente en busca de la bendición empresarial.

En 2006 apareció como candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), antiguo militante del PRI al que llegó a dirigir en el estado de Tabasco. Personaje muy carismático con un discurso que sabe embelesar a su auditorio, al cual le dice lo que quiere escuchar; astuto y hábil en la maniobra política; pragmático, autoritario y creído de sí mismo por lo que difícilmente acepta consejos que no coincidan en lo que él cree, lo que lo lleva a cometer serios traspiés, proclive al clientelismo corporativo. Hoy es candidato de su nuevo partido Morena, en alianza con el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social.

Aunque por conveniencia política se presenta como de izquierda es un conservador evangelista que no acepta el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, ni el de los homosexuales y lesbianas (aunque formalmente en su plataforma política se acepte, en sus discursos expone lo contrario). Como Jefe de Gobierno del Distrito Federal (2000-2006) de común acuerdo con el Cardenal Norberto Rivera saboteó una iniciativa de ley que otorgaba ciertas libertades a la diversidad sexual; asimismo para él la democracia es la toma de decisiones en mítines masivos que al calor del discurso estridente pide levanten la mano quienes estén de acuerdo con lo que propone, lo demás lo decide él personalmente. A estos actos les llama Asambleas Informativas.

Como candidato presidencial en 2006 y 2012 perdió debido a diversos factores (aunque él y sus partidarios aseguran que fue por mero fraude, aunque nunca presentó las pruebas, en 2006 primero aseguró que el fraude había sido cibernético, horas después informó que se había ejecutado a la antigüita); cierto que el PAN y el PRI recurrieron a prácticas fraudulentas, pero AMLO y su partido, el PRD, apenas cubrieron el 50 por ciento de representantes de casilla, o sea de quienes cuidarían sus voto; igualmente con facilidad comete errores que sus oponentes se los cobran muy caro, como no asistir a un debate electoral, insultar cómicamente al Presidente de la República en turno, y a los empresarios y a quien se manifieste en desacuerdo con él y sus propuestas; es mal expositor y polemista en una mesa de debates; si las encuestas no le favorecen se vuelve agresivo e intolerante y es pródigo en insultos, así fácilmente es provocado por sus contrarios para que pierda los estribos;  asegura que su ventaja en encuestas es inamovible, y cuando no le favorecen las denuesta; se negaba a buscar alianzas con grupos y personajes afines que podrían ayudarle a incrementar su votación, incluso con quienes en épocas anteriores había actuado de común acuerdo. Decía que no haría girones su honestidad.

Contradictoriamente hoy, desesperado por ganar, se ha rodeado de personajes bastante turbios, como el poderoso empresario en transgénicos Alfonso Romo, conservador, con una pésima fama en su medio, y activo saboteador de las campañas de Cuauhtémoc Cárdenas; el deshonesto charro (burócrata) sindical minero  Napoleón Gómez Urrutia (el sindicato se lo heredó su padre) quien huyó a Canadá cuando estaba a punto de ser procesado por sus fechorías y por la presión del Zar de la minería; Elba Esther Gordillo, charra del sindicato magisterial, corrupta y represora, que por diferencias con EPN éste la encarceló; René Bejarano, corrupto dirigente del PRD que fue filmado recibiendo pacas de dólares; Manuel Bartlett ex secretario de Gobernación con Carlos Salinas, operador central del fraude electoral de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas; el Partido Encuentro Social, de origen evangelista absolutamente conservador, que todo lo ve desde la óptica bíblica; en fin, la lista puede ser muy larga. Claro que no ha explicado si ahora hizo girones su supuesta honestidad.

Screen-Shot-2018-06-07-at-12.08.00-AM
Ricardo Anaya y familia, foto de su sitio oficial.

La derecha tradicional con sello neoliberal

En esencia el PRI y el PAN comparten la misma estrategia política neoliberal, junto con el PRD firmaron el Pacto por México. Hoy el PAN en alianza con el PRD y el partido Movimiento Ciudadano tiene como candidato a la presidencia a quien fungía como su Presidente, Ricardo Anaya, joven político ambicioso con muy escasa experiencia en tareas de gobierno, quien con malas artes logró escalar hasta hacerse dirigente y luego candidato presidencial de su partido, a costa de dividirlo, con el beneplácito de Peña.

Anaya es un joven brillante, culto, excelente polemista. Recientemente EPN ha usado el  aparato del Estado para acusarlo de corrupción y frenar su acelerada y ascendente campaña electoral, con el fin de limpiarle el camino a Meade que está estancado en el tercer lugar. Pero esa maniobra fortaleció a AMLO. Anaya al igual que los demás candidatos jura que combatirá la corrupción.

Un candidato que carga el desprestigio de Peña y del PRI

José Antonio Meade es el candidato del PRI, en alianza con el Partido Verde Ecologista Mexicano (mercenario de la política, como el PT y MC) y Partido Nueva Alianza, es un tecnócrata consumado que tanto en gobiernos del PAN como del PRI ha ocupado altos cargos, como Secretario de Energía, Secretario de Hacienda, Secretario de Relaciones Exteriores, Secretario de Desarrollo Social, técnico brillante que en la política desluce y trastrabilla,  escasamente identificado con y por el PRI. Ante el desprestigio del presidente y del PRI, Peña lo impuso como candidato, por supuestamente ser ciudadano sin partido, e igualmente le nombró a su equipo de campaña, esas imposiciones causaron mucha inconformidad en la filas priistas, tanto que en la campaña no se comprometía la militancia.

Debido a que Meade sigue en tercer lugarse ha hablado de que lo cambiarían por otro candidato o que buscarían una alianza con Anaya para bloquear el paso de AMLO. Sin embargo Peña ha descartado esas opciones y ha expresado que con su candidato van hasta el final. Recientemente se relevó al presidente del PRI, y al supuesto candidato ciudadano le pusieron sin rubor el traje priista. Pero sigue cargando la pesada losa del desprestigio de EPN.

En ese contexto y con esos principales candidatos se configura una batalla electoral bastante ríspida, con abundantes ataques e insultos, con la intervención ilegal de Peña para apoyar a Meade,  con un crimen organizado que está enrareciendo el ambiente, como el asesinato de más de 35 candidatos. Poderosos grupos empresariales presionan para que el PRI cierre filas con Anaya, otros empiezan a inclinarse por AMLO. El sentir popular es de completo rechazo al PRI, la mayoría está encolerizada, buena parte de ella, según las encuestas, se inclina por AMLO.

¿Tienes un comentario acerca de este artículo? Envíanos una carta.

APOYA EL PERIODISMO SIN FINES DE LUCRO

Telésforo Nava Vázquez

About Telésforo Nava Vázquez

Telésforo Nava Vázquez es catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana en la Ciudad de México. Ha escrito artículos de opinión para varios periódicos y revistas como La Jornada, Uno Más Uno, La Batalla y otros. Es co-autor de varios libros, entre ellos Un México para Todos, de editorial Planeta. Vive en Xochimilco, D.F y le gusta disfrutar de un buen café americano.