| VOCES JOVENES
Por Ilyne Junuén Castellanos
Traducción: Ma. Gabriela González
Lea más sobre nuestra serie de Participación Cívica Juvenil aquí.
Se estaba haciendo tarde el 3 de noviembre, y después de un día ajetreado de recolectar boletas, ayudar a los votantes y desinfectar materiales, Franny Trinidad se alegró de tomarse un momento con sus compañeros trabajadores electorales y dar dos suspiros profundos. . Trinidad, estudiante de último año de la Preparatoria Notre Dame en Salinas, California, aún no podía votar, pero eso no le impidió participar en las elecciones de 2020.
“Quiero involucrarme más porque hay mucho que se puede hacer cuando en realidad no se puede votar”, dijo Trinidad, quien se ha unido a las protestas, ha recaudado fondos para diferentes organizaciones de justicia social y ha promovido sus causas favoritas en las redes sociales. Después de enterarse de la oportunidad de trabajar como trabajador electoral estudiantil en las redes sociales, Trinidad se convirtió en uno de los 107 trabajadores electorales estudiantiles que sirvieron al Condado de Monterey durante las elecciones más recientes.
Dado que las personas mayores corren un riesgo mayor de contraer un caso grave de COVID-19, se hicieron llamadas en todo el país para que los estudiantes y los jóvenes se ofrecieran como voluntarios para trabajadores electorales. En los últimos años, los estudiantes han constituido el grupo más pequeño de trabajadores electorales, pero las oficinas electorales, en colaboración con escuelas y organizaciones sin fines de lucro, han estado tratando de cambiar eso.
A medida que se acercaban las elecciones de 2020, los funcionarios electorales del Condado de Monterey lidiaron con los mismos problemas que enfrentan los departamentos electorales de todo el país. En las elecciones de mitad de período de 2018, la mayoría de los trabajadores electorales del condado eran mayores, y 633 de 844 tenían al menos 50 años. Según el Centro de Investigación Pew, en 2018, “seis de cada diez trabajadores electorales de EE. UU. tenían 61 años ó más, incluyendo aproximadamente una cuarta parte que tenía más de 70 años “.
El Condado de Monterey, junto con otras oficinas electorales en California, ha diversificado sus estrategias de alcance. “Los esfuerzos incluyen campañas de inscripción, presentaciones en salones de clase,, presencia en ferias de carreras y eventos de lectura”, dijo el registrador de votantes del Condado de Monterey, Claudio Valenzuela. “También incluimos información de voluntarios durante las Semanas de Educación para Electores de Escuelas Preparatorias de California”, en referencia a los períodos durante el año escolar en los que los funcionarios electorales se acercan a los estudiantes de preparatoria para ayudar con el registro de votantes, el registro previo de los jóvenes de 16 y 17 años y trabajo voluntario.
Otro incentivo es que ser trabajador electoral es un puesto remunerado — no voluntario — y algunos distritos escolares ofrecen crédito por servicio comunitario a los trabajadores electorales juveniles.
Durante las elecciones de 2020, el porcentaje de trabajadores electorales estudiantiles se duplicó en comparación con 2018, y el número de trabajadores electorales también aumentó. Menos personas se inscriben durante las elecciones de mitad de período, pero la demografía por edad de los trabajadores electorales en general ha permanecido igual. Aunque la cantidad de trabajadores electorales más jóvenes aumentó significativamente, y las personas menores de 30 años representaron el 32 por ciento del total de trabajadores electorales en el Condado de Monterey, todavía había una mayoría significativa de personas mayores de 50 años.
Gina Martinez, registradora adjunta de votantes, dijo que los estudiantes se capacitan junto con los trabajadores electorales más experimentados del condado y se les da el mismo nivel de responsabilidad que sus contrapartes mayores. “En noviembre, fuimos testigos de que nuestros estudiantes se esforzaron considerablemente por aliviar la necesidad de los trabajadores electorales que debido a su edad avanzada son vulnerables a los peores efectos de la pandemia, por tener que trabajar en estas elecciones”, dijo.
Analy González, quien estudia licenciatura en Español en el Colegio Hartnell, tomó una ocupación temporal con trabajadores electorales en la Oficina de Elecciones del Condado de Monterey durante la temporada de elecciones y descubrió que fue una experiencia muy informativa. “Pensé que (votar) era simplemente dejar una boleta, pero descubrí que hay mucho más”, dijo.
Convertirse en un trabajador electoral es una buena manera para que los estudiantes se involucren cívicamente y también puede tener efectos positivos a largo plazo en sus comunidades, según los funcionarios electorales.
Los jóvenes pueden ser más efectivos para lograr que otros jóvenes voten y, según la ACE Red de Conocimiento Electoral, “los jóvenes están en una buena posición para prestar más atención a la participación de los jóvenes durante las elecciones. Esto significa que pueden brindar un apoyo invaluable en … informar sobre los desafíos específicos de los jóvenes “.
González dijo que su experiencia en la Oficina de Elecciones fue una verdadera educación. “Una vez que me puse a trabajar entre bastidores, vi que el Día de las Elecciones era sólo una parte del proceso”. González, quien comenzó a procesar las boletas por correo semanas antes y después del Día de las Elecciones, fue testigo de la gran cantidad de boletas que se entregaron por correo. Cada votante registrado en California recibió una boleta por correo, lo que contribuyó a la cantidad histórica de votos emitidos por correo durante las elecciones de 2020.
“En noviembre, fuimos testigos de que nuestros estudiantes dieron el paso en un esfuerzo considerable para aliviar la necesidad de los trabajadores electorales que debido a su avanzada edad son vulnerables a los peores efectos de la pandemia, de tener que trabajar en estas elecciones” Gina Martinez, Registradora Adjunta de Votantes
Hubo un esfuerzo nacional durante el período previo a las elecciones de noviembre de reclutar a los jóvenes como trabajadores electorales. Evan Wayne Malbrough, un recién graduado de la Universidad Estatal de Georgia, lanzó el Proyecto de Trabajadores Electorales Juveniles de Georgia (GYPWP por sus siglas en Inglés) en Julio de 2020. La organización sin fines de lucro tenía como objetivo reclutar a personas de entre 16 y 25 años para que se convirtieran en trabajadores electorales.
Malbrough dijo que el enfoque de sus esfuerzos para reclutar jóvenes era “encontrarlos donde estén”. Cuando se trataba de reclutar trabajadores electorales jóvenes, Malbrough y su equipo confiaban en la accesibilidad y el amplio alcance de las redes sociales. “Es una gran parte de nuestro alcance”, dijo. “Ahí es donde publicamos nuestros anuncios, es donde tenemos nuestros enlaces de reclutamiento y usamos el contenido en Instagram para informar realmente a la gente sobre lo que está sucediendo”.
Algunos de los desafíos que enfrentó el Proyecto Juvenil de Georgia incluyeron dificultades para capacitar adecuadamente a los trabajadores electorales debido a las regulaciones de seguridad del COVID-19 y reclutar personas dentro y fuera de las redes sociales.
El proyecto de Georgia pudo reclutar a 1,000 trabajadores electorales en diferentes condados del estado. Los esfuerzos de la organización alentaron a los jóvenes a postularse para convertirse en uno de los 29,000 trabajadores electorales necesarios en el estado.
El proyecto de Georgia también ayudó a reclutar trabajadores electorales para la segunda vuelta de las elecciones estatales de enero,, lo cual fue crucial para el control Demócrata del Senado, y está trabajando en un nuevo proyecto para ayudar a otras organizaciones a reclutar y capacitar de manera similar a jóvenes trabajadores electorales llamado “La Guía para Principiantes para Comenzar un Proyecto de Trabajador Electoral “. Malbrough y los pasantes que trabajan en Georgia están recopilando diferentes recursos y consejos que utilizaron durante las últimas elecciones.
“Estamos tratando de desarrollar un programa integral de capacitación para trabajadores electorales, que podría significaren las próximas elecciones, un núcleo de trabajadores electorales altamente capacitados que puedan hacer todos los trabajos en el recinto, permitiendo que las elecciones se desarrollen de manera más eficiente”, dijo Malbrough.
La implementación de un programa como el de Georgia en el Condado de Monterey podría tener el potencial de reclutar e involucrar a más trabajadores electorales jóvenes en el futuro, incluso si ya no existe la misma necesidad de proteger a quienes corren un riesgo mayor de contraer el virus.
Daniel Regalado-Ortiz, graduado de la Escuela Preparatoria Alisal y estudiante de lingüística en UC Irvine, se convirtió en trabajador electoral después de ver a sus amigos compartir la oportunidad en Instagram. “Creo que los beneficios para los trabajadores electorales jóvenes y estudiantes es adquirir la experiencia y el conocimiento de cómo funciona la votación, (obteniendo una) mejor comprensión de las elecciones y poder ver a la gente de su comunidad”, dijo.
Regalado-Ortiz dijo que participar en esta elección le dio una mayor comprensión de su comunidad y le dio la oportunidad de ver votar a las personas con las que creció y ser parte del proceso electoral.
Alentar a los jóvenes a convertirse en trabajadores electorales fue una necesidad durante las elecciones de 2020, pero en las elecciones futuras la implementación de programas dirigidos específicamente a los jóvenes puede aumentar la diversidad de personas que trabajan en los lugares de votación y promover el compromiso cívico de los jóvenes, incluso entre aquellos que no tienen la edad suficiente para votar, según los estudiantes y los funcionarios. El COVID-19 trajo muchos desafíos, pero en el futuro, la contratación de trabajadores electorales jóvenes aún puede marcar la diferencia entre la escasez y el bienestar de los demás.
Los trabajadores más jóvenes ofrecieron su ayuda porque querían marcar la diferencia, un sentimiento que probablemente durará mucho más allá de la pandemia. “Desde el principio recibimos correspondencia de personas que nunca habían servido antes preguntando cómo pueden inscribirse para que aquellos que normalmente trabajan y están en la población vulnerable no tuvieran que hacerlo en esta ocasión”, dijo Valenzuela, el registrador de votantes en el Condado de Monterey. “Parecía haber un sentido de responsabilidad personal y social por parte de los más jóvenes de nuestra comunidad”.
APOYA EL PERIODISMO SIN FINES DE LUCRO