Esta es una de la serie de historias en el Proyecto de Participación Cívica Juvenil de Voces de la Bahía de Monterey, una mirada a cómo los estudiantes de preparatoria se mantienen involucrados en organizaciones cívicas durante la pandemia de COVID-19. Más sobre la serie aquí.
Por Celine Castaneda y Maya Benitez
Traducción: Ma. Gabriela Gonzalez
La pandemia de COVID-19 ha creado desafíos reales para los estudiantes que intentan navegar en la escuela preparatoria mientras mantienen actividades extracurriculares. Organizaciones como La Academia de Soñadores del Valle de Salinas y La Alianza Comunitaria para la Seguridad y la Paz ayudan, pero incluso ellas han tenido que adaptarse a la pandemia.
En todo el país, los estudiantes de todas las edades intentan superar las dificultades del aprendizaje en línea y el aislamiento de sus compañeros que conlleva. Las restricciones de la pandemia han sido especialmente difíciles para que los adolescentes mantengan el compromiso con sus comunidades. Pero los programas para jóvenes son esenciales para el desarrollo de los adolescentes, ya que promueven importantes desarrollos sociales y de carácter y brindan a los estudiantes acceso a una red de apoyo fuera de sus familias.
Muchas organizaciones juveniles en el condado de Monterey se han adaptado a la realidad de la pandemia cambiando a un modelo de participación virtual, utilizando Zoom y plataformas similares para acomodar la participación de su club.
La Academia de Soñadores del Valle de Salinas, originalmente el “Dreams of D.C. Club”, nació hace unos 11 años por la pura determinación de un grupo de personal y estudiantes de la Preparatoria Alisal con la esperanza de asistir a la inauguración del primer presidente Afroamericano de Estados Unidos. El club pudo recaudar $100,000 para llevar a 60 estudiantes y adultos a presenciar el momento histórico de Barack Obama en 2009.
Desde entonces, el club ha cambiado su enfoque para motivar, apoyar y educar a los jóvenes de todos los orígenes, así como empoderarlos en la comunidad. Durante los últimos 10 años, La Academia de Soñadores, ahora un programa de toda la ciudad en Salinas, ha apoyado a miles de estudiantes para que encuentren su voz, dijo Ernesto Vela, líder del equipo y vicepresidente de la junta de La Academia de Soñadores.
Vela dice que el objetivo principal de la organización es alentar a los estudiantes a buscar una educación universitaria y apoyarlos durante el proceso de admisión a la universidad. Vela explica que La Academia de Soñadores “también ayuda a los estudiantes a comprender el proceso de admisión a la universidad, como la preparación para preguntas de información personal, la construcción de currículos y la educación de los padres sobre la admisión a la universidad”. El programa también viaja con los estudiantes a universidades tanto dentro como fuera del estado para darles una idea de la experiencia universitaria.
Como ha sido el caso de muchas organizaciones, la pandemia ha sido un desafío para La Academia de Soñadores. “Nuestra organización se basa en la construcción de relaciones”, dijo Vela. “Tenemos un grupo de líderes de equipo fantásticos con sus propias historias de éxito. No poder ver a nuestros estudiantes en persona ha limitado nuestra capacidad para conectarnos con ellos a nivel personal “.
“La preocupación subyacente, por supuesto, es la salud mental y la motivación de nuestros estudiantes”, dijo. Uno de sus principales objetivos es prepararse para su viaje a Europa en Junio de 2021.
La Alianza Comunitaria para la Seguridad y la Paz, conocida familiarmente como CASP (por sus siglas en Inglés), es otra organización en el Condado de Monterey que trabaja para brindar servicios vitales a los jóvenes. Fundada en 2008 para reducir la violencia juvenil y de pandillas en Salinas, la organización creció y evolucionó trabajando con otros grupos comunitarios enfocados en vivienda, salud y servicios para jóvenes.
CASP está formada por organizaciones de servicios para jóvenes, funcionarios de salud y vivienda del condado, funcionarios electos locales y estatales, organizaciones de justicia penal y de aplicación de la ley, líderes educativos, líderes empresariales, representantes de la comunidad religiosa y organizaciones de financiación privada, dijo el administrador de La Alianza Comunitaria para la Seguridad y la Paz, José Arreola, quien señala que más de 30 organizaciones y líderes están involucrados.
Los miembros de la Alianza dicen que están preocupados por los efectos de la pandemia de coronavirus en la comunidad. “Nuestros mayores temores son la exacerbación de la pobreza y la violencia doméstica”, dijo Arreola. “Nuestra experiencia ha sido que la mayoría de los jóvenes afectados por pandillas y violencia a los que servimos son sobrevivientes (de) o están experimentando violencia doméstica”.
Ha sido difícil intervenir porque “muchas de nuestras medidas de seguridad pública que normalmente detectarían la violencia doméstica en todas sus formas no están disponibles para las personas”, dijo Arreola. Con las escuelas cerradas, es menos probable que los maestros detecten señales de advertencia en los estudiantes que solían ver en persona todos los días, agregó.
La Alianza ha podido trasladar muchos proyectos a un espacio virtual. “Hemos involucrado a los jóvenes y sus familias a través de la distribución de kits de recreación hechos a mano que representan arte, manualidades y actividades de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en Inglés)” para mantener a los niños entretenidos y comprometidos con la cuarentena, según Arreola. Además, la División de Recreación creó videos originales que se corresponden con los kits distribuidos que brindan una explicación de los proyectos.
Es obvio que 2020 ha sido un año como ningún otro y, sin embargo, la voluntad de la comunidad es lo que saca luz de la oscuridad total.
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