México, ¿Qué sigue? REPORTAJE ESPECIAL | MÉXICO 2018

REPORTAJE ESPECIALMÉXICO 2018
México, ¿Qué sigue? Por Víctor Almazan

Memorial de agravios por Adolfo Gilly
La arquitectura de un triunfo electoral por Telésforo Nava

By Víctor Almazán

Los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos dieron un giro radical a su voto y contribuyeron al triunfo de Andrés Manuel López Obrador, quien será el próximo presidente de México. Residentes del área de la bahía están a la expectativa de que las cosas cambien para bien, en ambos países.

Esta fue la tercera vez que los migrantes mexicanos radicados en el extranjero pudieron votar vía postal en la elección presidencial de su país. Las dos ocasiones anteriores la mayoría de migrantes que votaron apoyaron al derechista Partido Acción Nacional; en 2006 el 58 por ciento votó por Felipe Calderón y en el 2012 el 42 por ciento votó por Josefina Vásquez Mota, en este año, el 64 por ciento votó por Andrés Manuel López Obrador, un candidato más al centro.

López Obrador, un personaje carismático, construyó su triunfo a base de una campaña electoral de prácticamente 12 años, tiempo en que las políticas neoliberales de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto exacerbaron el despojo a las clases populares en beneficio de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, dando pie a lo que Telésforo Nava, en su artículo publicado aquí, llama el “encabronamiento” popular. López Obrador generó altas expectativas en su campaña electoral, pero los mensajes que ha dado después de su triunfo son confusos.

Una de sus primeras acciones fue la de proponer que se uniera a su equipo de seguridad un personaje siniestro involucrado en la represión a los jóvenes que protestaban por el fraude electoral cometido por el gobierno en beneficio del candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, quien organizó una compra masiva de votos que supuestamente le dieron el triunfo. Los jóvenes demandaban el reconocimiento del triunfo de él, López Obrador en 2012. Manuel Mondragón y Kalb fue jefe de la policía federal cuando ordenó reprimirlos. El profesor universitario Francisco Kuykendall fue herido de gravedad por la policía, posteriormente murió. Casi un centenar de jóvenes fueron golpeados, torturados y detenidos sin cargos, su defensa fue larga y costosa.

La ciudadanía inmediatamente protestó usando las “benditas” redes sociales (como AMLO las llama) y bajo el hashtag #MondragonNoEsCambio provocó que López Obrador desmintiera que ese político fuera parte de su gabinete. No pasó lo mismo con el nombramiento de Manuel Bartlett recién nombrado titular de la Comisión Federal de Electricidad. El presidente electo lo sostuvo a pesar de las protestas. Manuel Bartlett, ex militante del PRI fue el operador del fraude electoral que robó el triunfo al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 con la ya famosa caída del sistema. Bartlett fue premiado por el presidente Carlos Salinas nombrándolo secretario de Educación Pública. También han sido cuestionadas las declaraciones ambiguas de AMLO sobre la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México y su rechazo a echar atrás la reforma energética que entrega el petróleo a compañías estadunidenses. El escándalo más reciente es la pretensión de que su gobierno dicte lineamientos morales que deben seguir los ciudadanos a través de una “Constitución moral”.

Sabedores del historial de fraudes electorales del gobierno mexicano, el triunfo de López Obrador ha sido recibido con agrado en el mundo. En un desplante de cortesía diplomática rara en él, el presidente estadunidense Donald Trump escribió en Twitter: “Espero pronto trabajar con él. Hay mucho que hacer en beneficio de México y Estados Unidos”. Sin embargo, la buena relación inicial duró poco más de dos meses, Trump repitió en Twitter la cantaleta de que “México debe pagar el muro fronterizo”, a lo que Marcelo Ebrard, futuro secretario de Relaciones Exteriores del gobierno lopezobradorista contestó: “Ellos pueden tomar las decisiones que consideren (respecto a la construcción del muro), pero México jamás aceptará ningún tipo de participación ni en el pago de eso, ni coincidimos con esa política. Eso va a ser permanente”.

Presidentes americanos expresaron el deseo que México priorice las relaciones con los países al sur del continente, “Estamos seguros que su gobierno escribirá una nueva página en la historia de dignidad y soberanía latinoamericana” escribió Evo Morales, presidente de Bolivia en su página de Twitter. Ebrard dijo que se han invitado a 111 jefes de estado a la toma de protesta el 1 de diciembre, entre ellos están el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y Xi Jinping, presidente de la República Popular China.

Sin embargo, en el plano interno, el gobierno de López Obrador enfrentará la cautela de uno de los grupos políticos más afectados por las políticas de los anteriores gobiernos, los indígenas agrupados en el Consejo Nacional Indígena. “No esperamos nada de López Obrador, nuestra propuesta reside en organizarnos desde abajo, entre los pueblos y comunidades” dijo María de Jesús Patricio, vocera del CNI. “Nuestra lucha es contra el capitalismo”, acotó.

En un mensaje de tres partes, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, integrante del CNI, comparó al capitalismo con una finca y a los presidentes con capataces. “Podrán cambiar de capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”. El EZLN indicó que hasta ahora no hay ningún indicio de que el gobierno de López Obrador será un gobierno progresista, “Ninguno” remarcó. “Todo el esfuerzo que han hecho López Obrador y su equipo es por congraciarse con el gran capital”.

Ramiro Medrano, residente de Watsonville, coincide con la visión zapatista, “López Obrador no es socialista”, dice. “No va a hacer grandes cambios, pero tengo esperanzas de que los cambios que haga, aunque pequeños, sean positivos”. Medrano se define como Chicano preocupado por lo que pasa en México, país de sus padres y de algún modo suyo propio. No votó en las elecciones mexicanas al no contar con la credencial para votar, pero dice que de haber podido votar lo haría por López Obrador, “era el menos malo”.

A la pregunta de que si cree que López Obrador defenderá los intereses de los mexicanos en el exterior contesta enfático “Más que Peña Nieto, sí”.

Martha García, consejera nacional del partido Morena me explica los planes de López Obrador para los migrantes. “Primero que nada están los derechos humanos, el señor Obrador sabe que el gobierno de Donald Trump viola los derechos de los migrantes”.

Originaria de la Ciudad de México emigró a California hace 30 años por falta de oportunidades educativas y laborales, vive cerca de Los Ángeles. “Lo dijo en la Placita Olvera cuando vino hace un año, convertir los consulados en gestorías, quiere que el migrante tenga defensa legal, espero que gratuita”, matiza.

García dice que ha pensado en regresar a México, “muchos queremos ir a morir allá”, me confiesa. “Pero si no, los migrantes también tenemos poder aquí, dentro del monstruo que agrede a toda América latina”.

Eso da pie a que García explique el segundo punto en importancia en la agenda de López Obrador para los migrantes: una migración ordenada. “Propone que los migrantes regresen por voluntad propia, apoyados con programas económicos en sus países”, dice. “Todo ello encaminado a una reforma migratoria”.

En el condado de Monterey el triunfo de López Obrador fue sido recibido con alegría y esperanza. “Me dio mucho gusto que ganara” dice Ramiro Martínez, residente de Salinas y fundador del comité de Morena en esta ciudad. “Llevo mucho tiempo apoyando a AMLO, como persona, no como dirigente de un partido político”.

Martínez, de 38 años, originario del estado de Hidalgo organizó un grupo de amigos y familiares para que votaran por López Obrador desde California y alentó a familiares en México a hacer lo mismo. “Debe de haber un cambio (en México), debemos construir un país sin corrupción”, dice.

A la pregunta de qué es lo que va a hacer su comité ahora que ganó su candidato, me contesta, “debemos trabajar junto con él, nosotros como ciudadanos, debemos pensar diferente”.

“Nosotros ya no somos oposición”, dice García. “Somos gobierno, como militantes nuestra misión ahora es defender y apoyar, no difamar”. García dice que quienes critican a López Obrador no entienden su estrategia. “Va a gobernar para todo México pero será implacable con quien cometa faltas”.

El próximo 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador rendirá protesta como presidente de México, las expectativas de su gobierno son muy altas y al parecer los ciudadanos tenemos dos opciones, esperar a que las cosas mejoren con lo que el presidente haga o contribuir de alguna forma. El actor Diego Luna lanzó la propuesta “El día después” la cual buscaba que los ciudadanos “a partir del 2 de julio” lucharan por una plataforma de 12 puntos para “adaptarnos a una nueva realidad y conciliar nuestras diferencias”. No se ha vuelto a escuchar de esta iniciativa, desgraciadamente.

El EZLN en la tercera parte de su comunicado propone que el Consejo Indígena de Gobierno incorpore a “trabajadores del campo y de la ciudad y a los desechables que tienen historia y lucha propia, es decir identidad”. Y crear una organización mundial iniciando con algo llamado Red de Resistencia y Rebeldía que hermane “A todoas (sic) a todas y todos quienes se rebelan y resisten en todos los rincones del mundo.”

Adolfo Gilly propone que los ciudadanos escriban cartas al nuevo presidente contando su historia, sus luchas y pesares para de alguna forma tener presente este memorial de agravios que hay que resarcir.

Lo que es cierto es que tener un gobierno centrista abre la posibilidad de escalar la lucha por conquistas sociales. Y el país lo demanda, los gobiernos neoliberales dejaron a México convertido en un enorme cementerio. El dolor de las madres y padres buscando a sus hijas e hijos desaparecidos debe ser un factor de unión de los mexicanos. Las iniciativas mencionadas arriba apuntan a ello, al igual que todos los caminos que conducen a Roma, hay que hacer que todas las iniciativas conduzcan a coincidencias.

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Víctor Almazán

About Víctor Almazán

Víctor Almazán nació en la Ciudad de México, ha colaborado en periódico de México y California, entre ellos The Salinas Californian, El Sol y la célebre El Andar Magazine. Vive en Salinas y le gustan la películas de vampiros. | Víctor Almazán was born in Mexico City and has contributed to publications in Mexico and California, including The Salinas Californian, El Sol and the renowned El Andar Magazine. He lives in Salinas and likes vampire movies.