| Foto por Adriana Molina
En el Condado de Monterey, la ayuda para la renta también está disponible para las familias que viven estudios o cocheras.
Por Luis Arreguín
Cada miércoles durante el último mes, los miembros de COPA Castroville se han juntado afuera de la Iglesia Católica Nuestra Señora del Refugio para cumplir con una noble causa.
Están ayudando a los miembros de su comunidad para que soliciten fondos del programa de ayuda para la renta autorizado por el gobierno de Estados Unidos, mismo que fue creado para tener un alivio para las penurias económicas que las familias han experimentado por el COVID-19.
Pero se necesita más que instalar mesas y computadoras y juntarse cada miércoles por la tarde a esperar a los trabajadores agrícolas que tienen dificultades.
Una vez que el Congreso aprobó la legislación para proporcionar un estímulo económico para las familias, algunas organizaciones como COPA organizaron a los miembros de las comunidades que demandaban una demora a los desalojos y la asignación de fondos federales para las familias que sufrían para pagar la renta.
El problema para Castroville, y otras pequeñas comunidades rurales en esta área, es que la ayuda para la renta fue aprobada sólo para inquilinos con contratos formales.
Y cuando se trata de Castroville, el panorama del problema de la renta es completamente diferente.
En este pueblo del norte del Condado de Monterey muchos inquilinos viven en cocheras, estudios o rentando un cuarto para toda una familia en viviendas cuyos propietarios se ven forzados a compartir sus casas para ellos también obtener un alivio económico.
Enlarge
Estos acuerdos entre inquilinos y los ocupantes principales son en su mayoría verbales y muchos arrendadores no han tenido intenciones de firmar documentos que prueben que ellos están recibiendo un ingreso adicional por concepto de renta.
Por lo tanto, los inquilinos en estas y otras áreas donde los trabajadores del campo viven no tuvieron inicialmente la oportunidad de solicitar la ayuda para pagar la renta.
COPA, que significa Comunidades Organizadas para el Poder Relacional en Acción, sostuvo reuniones con sus diferentes grupos de líderes en diferentes partes de California y escuchó esas voces que exigían ayuda. Como resultado, las regulaciones para la ayuda para la renta fueron modificadas para incluir a esos más necesitados como la gente que vive en estudios o cocheras, sin importar que tengan o no tengan contrato.
Una vez que supimos las buenas nuevas, inmediatamente comenzamos un plan para hacer llegar esta ayuda a nuestro pueblo.
Mary Rojo, Ady Santana, Isabel Manzo, Tere Simancas, Lidia Serrato, Adriana Molina y yo nos reunimos con el Padre Pedro Espinoza de la iglesia católica Nuestra Señora del Refugio para discutir cómo la iglesia podría involucrarse para hacer llegar el mensaje a la mayoría de la gente.
Enlarge
El Padre Pedro anunció en cada misa que COPA estaría ayudando a las familias a completar el formulario de solicitud para la ayuda de la renta afuera de la iglesia cada miércoles de 5 a 7 de la noche. Algunas veces, el grupo terminaría la tarea alrededor de las 8 de la noche.
Se ha proporcionado la ayuda semanalmente, y para el primero de septiembre ya se habían enviado 140 solicitudes a las agencias locales que manejan esos recursos económicos gubernamentales.
Este proceso a nivel local empezó con una Academia Cívica a través de Zoom un día después de la misa del domingo, en la cual Tere Simancas y Lidia Serrato describieron el programa de ayuda para la renta.
Después de compartir historias de cómo cada uno había sido afectado por la pandemia, los líderes regionales de COPA como Arturo Aguila orientaron a los posibles solicitantes acerca de los documentos que deberían traerse a la iglesia.
La Academia Cívica por Zoom fue un evento bilingüe en el cual la gente afectada por el COVID-19 narró cómo había sufrido para mantener sus trabajos y cómo habían hecho para llevar comida a sus casas cuando perdieron sus trabajos o fueron temporalmente desocupados.
Después de la Academia Cívica, Lupita Zamudio y Mary Rojo diseñaron volantes para distribuirse después de cada misa en Nuestra Señora del Refugio, y cada miércoles Tere Simancas, Lidia Serrato y yo prendíamos nuestras computadoras portátiles para enviar tantas solicitudes como fuera posible a través de la página de internet de United Way.
Isabel, Ady, Lupita y Mary se ocuparon de tomar fotografías a los documentos y convertirlos en archivos PDF con el auxilio de Adobe Scan y sus teléfonos celulares, y luego esos archivos fueron enviados electrónicamente al grupo a cargo de subirlos a la página oficial.
El trabajo ha sido redondeado con una revisión en el sitio por una agencia encargada de verificar los documentos y autorizar los cheques de ayuda. Lennin Ramos de Mujeres en Acción y Ana Ibarra del Colegio Hartnell estuvieron presentes en algunos de estos eventos en Castroville para conducir una minuciosa revisión de las solicitudes y garantizar consecuentemente su aprobación.
Hubo algunos otros visitantes a las mesas de ayuda afuera de la iglesia como altos oficiales representando a United Way o incluso un candidato al puesto de Supervisor del Condado de Monterey Distrito 2.
Nosotros en COPA Castroville tenemos la idea de que hemos pasado nuestra primera prueba como una organización nueva en este pueblo y que nuestro camino para llegar a ser líderes comunitarios apenas ha comenzado. La comunidad tendrá la última palabra.
Para más información acerca del programa de ayuda para la renta en el Condado de Monterey, visite https://www.unitedwaymcca.org/county-rent-and-utility
