Katia Cardenal | Foto provista
Por Claudia Meléndez Salinas
En un año común y corriente, Katia Cardenal se la pasa varios mese al año de trotamundos, en dos o tres giras artísticas para llevar su voz cristalina y su nueva trova latinoamericana a diferentes rincones del planeta.
Este año no es de los comunes y corrientes. Cardenal, cantautora nicaragüense que lleva más de 40 años de vida artística, decidió salir de su país hace nueve meses ante un incremento a la represión bajo el mandato de Daniel Ortega. Desde el 18 de abril, cuando miles comenzaron a protestar las reformas al sistema de pensiones implementadas por Ortega, se acusa al gobierno de encarcelar periodistas, y de organizar una violenta ola de represión que ha resultado en la muerte de más de 300 personas.
Cardenal, quien lanzó su carrera como cantante por ahí cuando la Revolución Sandinista derrocó al dictador Anastasio Somoza, ya llevaba mucho tiempo desilusionada con el Sandinismo así que no fue difícil unirse al coro de gente que quiere poner fin al mandato de Ortega. Pero el clima político ha hecho imposible una vida tranquila para los disidentes, dice ella, y prefirió dejarlo todo a seguir viviendo bajo una amenaza constante de represión.
“Hay una dictadura que ha empezado a matar gente, a reprimir, a meter (a la cárcel) presos políticos, a perseguir periodistas y líderes. Yo, con el tipo de música que hago, con mi poesía, siempre he tratando de promover el derecho de la gente, los derechos humanos, y no creo que pueda vivir en Nicaragua,” dijo Cardenal en entrevista telefónica desde Maryland.
Así que la cantautora ha estado recorriendo 13 países desde Junio, y seguramente se establecerá en Noruega por algún tiempo después de que termina su gira. Este sábado se presenta en Seaside cortesía de Palenke Arts.
“La música de Guardabarranco (el dúo que Katia hacía con su difunto hermano Salvador) ha sido parte de la banda sonora esencial de mi vida: son himnos poéticos a la vida, amigos, y el medio ambiente. Tuve la suerte de ver a Guardabarranco en concierto por primera vez hace 25 años, y he seguido cantando sus canciones desde entonces,” dijo Juan Sánchez, director de programación de Palenke Arts. “El año pasado fue la primera vez que ví a Katia con su nueva acompañante, su hija Nina en un concierto en Santa Cruz después de una pausa de 12 años. Me impactó mucho, no sólo por que las canciones aún tienen profunda resonancia en mí, pero por que la interpretación de Nina en la guitarra, precisa y poderosa, combina perfectamente con la hermosa voz de su madre. Estamos muy emocionados de presentarlas.”
Cardenal comenzó a cantar a los 15 años en el coro de su escuela. Después se unió a su hermano Salvador para formar Duo Guardabarranco, nombre que rinde homenaje al ave nacional de Nicaragua. Con Guardabarranco, los Cardenal recorrieron Europa y América Latina, cantando sus canciones de hermandad y protección al medio ambiente. Aunque siguió cantando a dueto con su hermano hasta su muerte en el 2009, Cardenal lanzó su carrera como solista y en total ha grabado 26 discos – tres de ellos producido por Jackson Browne. Estableció un sello disquero en el 2004, Moka Discos, y continúa haciendo giras con su hija, la guitarrista Nina Cardenal.
Su creencia en la promesa de la revolución la hizo participar en las campañas de alfabetización que el gobierno revolucionario promoviera a principios de los 80s. Pero en unos años Cardenal se dió cuenta del doble filo del gobierno populista.
“Empecé a entender la doble cara: por un lado promueven el amor a los pobres, el rescate de los derechos humanos, el trabajo, la educación y por otro lado está la corrupción, la mentira, el favoritismo, toda esa doble cara que tiene la izquierda Latinoamericana. Lo hemos visto en Venezuela y en Cuba, eso no va conmigo, soy persona que aboga por la libertad y la tolerancia. Es difícil si uno no es servil de su partido, te cierran todas las puertas.”
Partidarios del gobierno han amenazado a Cardenal por redes sociales, acusandola de “traidora” y “asesina.”
“Es el lenguaje que ellos usan. Me escriben por Facebook, por Instagram, por Twitter. Me han calumniado. Y por la inseguridad y la falta de trabajo no podría vivir allá, estaria presa o amenazada pero no me voy a exponer a eso. El poder de la musica es mas fuerte afuera, adentro sería imposible para mi cantar.”
En sus giras también pide apoyo para refugiados nicaragüenses en Costa Rica, que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos son más de 50 mil. Piensa establecerse en Noruega a esperar que pase la tormenta política.
“Yo pienso que el bien siempre va a vencer al mal,” dice Cardenal. “El pueblo nicaragüense es pueblo luchador, valiente, no se rinde. Tengo fe ciega y absoluta que esto va a terminar pronto. Creo que la oración y el arte son instrumentos que traen luz, que siembran esperanza, fe y valentía en los corazones. A veces me siento derrotada pero vuelvo a cantar y al ver el rostro de la gente marchando con mis canciones de fondo, vuelvo a creer y a tomar un compromiso con lo mismo que hago.”
Katia Cardenal en concierto
Sábado 23 de marzo, 8 p.m.
Palenke Arts
1713 Broadway Ave., Seaside, CA 93955
Más información 831-333-6612
Boletos: https://www.brownpapertickets.com/event/4109575
Precios: Antes $20 ($25 en la puerta)
Personas mayores/jóvenes $10 ($15 en la puerta)
APOYA EL PERIODISMO SIN FINES DE LUCRO
