ARTÍCULO |
Por George B. Sánchez-Tello
María Zárate habla diariamente con residentes inmigrantes del Valle de Salinas.
Como promotora de salud comunitaria, ella va donde las mujeres se reúnen, ya sea antes de que limpien casas en Salinas, después de la cosecha en el campo o en eventos comunitarios donde Mujeres en Acción instalan su carpa plegable.
Parte de su trabajo consiste en inscribir a mujeres de bajos ingresos que reúnen los requisitos para recibir atención médica estatal.
Pero la pregunta más frecuente que recibe sobre ese proceso es si los agentes federales de ICE podrían acceder a los documentos de inscripción que contienen nombres, direcciones y números de teléfono.
Esta preocupación está impidiendo que muchos residentes que reúnen los requisitos para recibir atención médica pública se inscriban, dijo Zárate. Se acaba el tiempo para que los residentes indocumentados se inscriban en Medi-Cal, tienen hasta el 31 de diciembre para registrarse en el programa estatal de atención médica. Diseñado como un plan de seguro médico para personas con ingresos anuales menores a $22,000 dólares, Medi-Cal se extendió a todos los adultos inmigrantes indocumentados el año pasado para aliviar la carga financiera de los proveedores locales de atención médica.
Pero ahora los hospitales locales, los departamentos de salud del condado y las organizaciones de salud pública están luchando para abordar el temor de los residentes a que su estatus legal sea compartido con los funcionarios federales de inmigración, además de pagar el costo de las nuevas primas de atención médica impuestas por el estado.
A finales de junio, la Asamblea y el Senado de California llegaron a un acuerdo con el gobernador Gavin Newsom que pone fin a las nuevas inscripciones en Medi-Cal para adultos indocumentados de bajos ingresos a partir del 1 de enero. Además, la Legislatura estatal aprobó una prima mensual de 30 dólares a partir del 1 de julio de 2027 para adultos de entre 19 y 59 años. Los servicios de atención médica y de emergencia relacionados con el embarazo seguirán estando disponibles para cualquier persona sin seguro médico, incluidos los residentes indocumentados.
Las restricciones a la inscripción en Medi-Cal y la nueva tarifa formaron parte del esfuerzo de Newsom para equilibrar el déficit presupuestario del estado. Asimismo, pusieron fin al programa estatal para ofrecer atención médica pública a residentes indocumentados, que comenzó con niños en 2016 y se extendió a todos los adultos recién el año pasado.
Adriana Santana, colega de Zárate, dijo que con todos los cambios en las políticas de salud estatales y federales, es difícil para las personas que trabajan directamente con los campesinos de la región, ofrecer una respuesta clara y útil.
La preocupación por revelar nombres y direcciones, sumada al temor a redadas migratorias agresivas, ha mantenido a los residentes en sus casas, afirmó Santana. Muchos planean simplemente renunciar a la atención médica o no volver a inscribirse, a pesar de perder el acceso a medicamentos para enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, agregó.
Alejandra Ruiz, otra promotora de salud comunitaria de Mujeres en Acción, dijo que para quienes consideran seguir inscritos, el costo de las nuevas primas plantea la posibilidad de no pagar otra factura mensual, como la de electricidad, alimentos o incluso la renta.
Santana anima a los residentes a asistir a reuniones comunitarias o visitar centros de salud familiar y hacer preguntas para estar informados.
Una importante caída en la inscripción a Medi-Cal
No son solo los cambios estatales en las normas de Medi-Cal lo que está afectando la salud pública, explicó Gabriela Chávez, gerente de participación comunitaria de la Alianza para la Salud del Centro de California. También hubo cambios en Medicare y el fin de prácticas de la era de la pandemia, como la inscripción y reinscripción automáticas, que finalizaron en marzo.
Además, hay incertidumbres sobre el presupuesto federal, apodado el “Proyecto de Ley Grande y Bonito” por el presidente Trump, que incluye recortes en el financiamiento de la atención médica.
En respuesta, el 30 de septiembre la Junta de Supervisores del Condado de Monterey votó a favor de destinar 250,000 dólares a publicidad en redes sociales y medios tradicionales, así como a actividades de divulgación pública para fomentar la inscripción entre los residentes elegibles para Medi-Cal.
Los hospitales locales y los organismos de salud pública están conscientes del impacto del temor a la deportación en la inscripción a los servicios de salud.
Desde julio, las nuevas inscripciones a Medi-Cal en el condado han disminuido entre un 20 y 25 %, lo que supone aproximadamente 130 nuevos pacientes menos al mes, según Christine Barajas, gestora de programas del Departamento de Servicios Sociales del Condado de Monterey.
Barajas dijo comprender que los residentes indocumentados desean claridad sobre quién puede acceder a su estatus legal si se inscriben en el sistema de salud estatal. Asimismo, reconoció que la información de los pacientes se comparte con funcionarios gubernamentales como parte de los requisitos federales de dar reportes.
Pero ella afirmó que no es tan sencillo. “El gobierno federal tendría que descifrar la codificación de los seguros estatales”, dijo.
Aumenta el número de personas sin seguro médico.
Enid Donato trabaja en el hospital Natividad de Salinas. Anteriormente, entre el 10 y 12 % de los pacientes de Natividad no tenían seguro médico, explicó Donato, pero la Ley de Cuidado de Salud Asequible y la inscripción en Medi-Cal para residentes indocumentados redujeron esa cifra al 3 %.
Son buenas noticias, ya que los residentes sin seguro médico tienen menos probabilidades de acudir a consultas médicas regulares, lo que supone una mayor presión sobre los servicios de urgencias, según han demostrado diversos estudios. El acceso a una atención médica asequible reduce la necesidad de acudir a urgencias y de ser hospitalizado, según indican las investigaciones. La atención preventiva también reduce los costos para los contribuyentes y mejora la salud individual.
Ahora, el hospital está empezando a registrar un aumento de pacientes sin seguro médico. Un informe diario de principios de octubre revela que el 3.7 % de los pacientes no tienen seguro, dijo Donato. Si bien no llega al 10 % que se observaba anteriormente, la cifra va en aumento y preocupa a los profesionales médicos.
Parte de la responsabilidad de Donato es inscribir a los pacientes que reúnen los requisitos para Medi-Cal.
Todos los días, en el segundo piso del hospital Natividad, asiste a una reunión a las 2 de la tarde con médicos, gestores de casos y asesores financieros para discutir los casos de pacientes sin seguro que son elegibles para Medi-Cal pero no quieren inscribirse.
El Departamento de Servicios Sociales del condado ayudará a los pacientes a agilizar su inscripción para evitar cargos excesivos, afirmó. Sin embargo, a pesar de enfrentarse al costo para la salud que implica no recibir tratamiento, cada vez más pacientes se resisten a inscribirse en Medi-Cal.
“Esas son las decisiones a las que se enfrentan nuestras familias: el miedo real a ser descubiertas o lo que el cuerpo puede sufrir sin medicamentos ni tratamiento”, dijo Donato.
Acerca de George B. Sanchez-Tello
George B. Sánchez-Tello es un periodista y escritor galardonado. Actualmente imparte clases en el Departamento de Estudios Chicanos y Chicanas de la Universidad Estatal de California, Northridge. Puedes contactarlo por Signal: @gbst.68.
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