Una leyenda de El Sausal La carrera deslumbrante de Joe Kapp pasa por Salinas

Por Dennis Taylor

Traducción: Gabriela González

El ADN de uno de los mariscales de campo de la NFL más conocidos de su generación probablemente todavía se encuentra en los patios de recreo de la escuela secundaria El Sausal en Salinas.

Joe Kapp se raspó los codos, las rodillas y los nudillos hace siete décadas cuando era un niño pequeño que vivía para practicar deportes, se deshacía de los “bullys” del vecindario y boleaba zapatos en la calle East Alisal, dos dólares el par, junto a su amigo, Everett Alvarez Jr.

“Everett y yo le hacíamos a los deportes, pero también para la banda de la escuela”, recordó Kapp en una entrevista de 2011 con la Asociación de Antiguos Alumnos de Cal Band. “En aquellos días las escuelas públicas proporcionaban instrumentos. Él consiguió la última trompeta y yo el sousafon.

“Si no lo hubiera logrado como mariscal de campo, siempre sentí que podría haber tocado el sousafon en la Cal Band”.

¿Campo de Joe Kapp?

Una escuela preparatoria hoy en día lleva el nombre de Álvarez, quien se convirtió en Comandante Naval de los EE. UU. y fue el segundo prisionero de guerra que más tiempo pasó detenido durante la guerra de Vietnam. Y el 12 de octubre, la junta escolar de Escuelas Preparatorias en Salinas considerará si un campo de atletismo en El Sausal debe llevar el nombre de Kapp, un residente de muchos años de Los Gatos que, a los 83 años, padece la enfermedad de Alzheimer.

La propuesta fue presentada por Ignacio Ornelas Rodríguez, un historiador educado en Stanford que investiga los derechos civiles, la justicia social y la política electoral, y que es alumno de El Sausal y la Preparatoria de Salinas.

Nombrar un campo de la escuela secundaria en honor a Kapp puede parecer algo obvio, pero podría encontrar cierta resistencia ya que las expectativas acerca de quién constituye modelos a seguir están siendo redefinidas por el clima cultural y político.

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Joe Kapp y su mamá, Florence Garcia Kapp, circa 1938.

Él no retrocedió

Él era el epítome del machismo, un luchador en las calles, en los bares, en los estadios de fútbol abarrotados, en las fiestas de los equipos y, tan recientemente como en 2011, en un banquete del Salón de la Fama.

Una vez necesitó 100 puntadas después de que un compañero de equipo de la Liga Canadiense de Fútbol de 250 libras lo cortara en el cuello con una botella rota. Luego comenzó como mariscal de campo cuatro días después. Tuvo una sangrienta pelea a puñetazos en el patio trasero con el apoyador All-Pro Lonnie Warwick, un compañero de equipo, después de que sus Vikingos de Minnesota perdieron el Super Tazón IV ante los Jefes de Kansas City.

Era descaradamente imperfecto, pero siempre auténtico.

“Soy consciente de mi propia reputación y la disfruto”, dijo Kapp a Sports Illustrated en 1970, cuando estaba en su apogeo atlético. “Me han llamado la mitad de una colisión buscando al otro”.

“Me considero una persona apacible, amante de la diversión y pacífica, pero puedes ser todas estas cosas y aun así involucrarte en peleas, especialmente si no retrocedes. Y trato de no hacerlo”.

Estaba en tercer grado cuando su familia se mudó a Salinas, a un proyecto de vivienda con “recolectores, Okies, Arkies, negros y blancos y marrones y morados”, continuó Kapp (cuya madre era Mexico-Estadounidense y cuyo padre era Alemán) en el artículo de titulado “Un hombre de machismo”.

“En quinto grado, un niño más grande me llamó ‘Mexicano sucio’ y al principio no lo desafié”, recordó. “Pero medité sobre lo que dijo. Mi sentido de la justicia estaba indignado. Así que volví y lo encontré, y realmente lo pesqué. No gané, pero le metí algunos raspones. Eso fue machismo, no retroceder, actuar como un hombre ”.

Un defensor de la justicia

Kapp también luchó cuando vio injusticia social o racial.

Hizo una campaña feroz junto a César Chávez en nombre de la Unión de Campesinos. Pronunció discursos ardientes en manifestaciones de derechos civiles. Habló con frecuencia en reuniones de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos. Co-fundó el Fondo de Becas Joe Kapp & Family en sociedad con la Asociación de Antiguos Alumnos Chicanos Latinos de UC Berkeley.

“Fue con mucho orgullo que yo fuera el primer mariscal de campo latino en jugar en el Super Tazón”, dijo Kapp en una entrevista de 2011 con foxnews.com. “Pero vives todos los días con tu herencia. No es algo que simplemente salta a la vista en un domingo de Super Tazón “.

Con frecuencia hablaba con jóvenes en riesgo, frecuentemente en Rancho Cielo, un centro de aprendizaje y servicios sociales en Salinas.

Kapp fue fundador y Director Ejecutivo de la Fundación Qué Quieres Ser, una organización sin fines de lucro que brinda capacitación profesional para veteranos militares subempleados y desatendidos.

“La pasión de Joe por la historia, la cultura y la comunidad mexicano-estadounidense en la que creció era palpable”, dijo Ornelas Rodríguez a Voces de la Bahía de Monterey. “Se encendió de orgullo por ser Chicano, y eso era algo con lo que podía identificarme.

“Mis clases de educación física en El Sausal fueron algunos de los entrenamientos más rigurosos de mi vida, y la determinación atlética de Joe García Kapp refleja ese programa”, agregó, explicando por qué cree que Kapp debería ser honrado.

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Joe Kapp y Burt Reynolds en escena de la película “El Rompehuesos” (The Longest Yard)

¿Destinado a ser un Oso?

Después de dos años en la Preparatoria de Salinas, Kapp terminó la preparatoria en la Escuela William S. Hart en Newhall, cerca de Santa Clarita, y luego se convirtió en la primera persona de su familia en asistir a la universidad.

Fue un mariscal de campo Todo-Americano y MVP del equipo en Cal (un lugar que visitó por primera vez en una excursión estudiantil en 1950, cuando estaba en séptimo grado en El Sausal), lo que llevó a los Osos al Tazón de las Rosas de 1959.

Un atleta de dos deportes, Kapp también jugó para el Entrenador Pete Newell en dos torneos de baloncesto de la NCAA.

El legendario entrenador no quería que la estrella del fútbol de 6 pies 3 pulgadas y 215 libras anotara puntos, atrapara rebotes o realizara jugadas en la cancha. En cambio, Newell usó a Kapp como ejecutor. Ejemplo: En 1956, contra Kansas, el No. 1 del ranking, envió a Kapp al juego específicamente para superar a Wilt “The Stilt” Chamberlain de 7 pies 1 y 275 libras, el mejor jugador de la nación.

“Le di un tiro a Wilt”, bromeaba Kapp más tarde a Associated Press. “Lo tengo justo en el tobillo”.

Después de graduarse de Cal (licenciatura, educación física / aptitud física), Kapp esperaba ser una de las primeras opciones en el draft de la NFL de 1959. Se sorprendió cuando Washington lo tomó en la 18ava ronda – el noveno de 12 mariscales seleccionado ese año – y sintió más falta de respeto cuando nadie del equipo se molestó en contactarlo. Entonces decidió firmar con los Calgary Stampeders de la Liga Canadiense de Fútbol.

Tazón de la Rosas, Copa Gris, Super Tazón

Después de dos temporadas en Calgary, Kapp fue transferido a la Columbia Británica y en 1966 llevó a los Leones al Campeonato de la Copa Gris, el Super Tazón de Canadá.

Al año siguiente, firmó un contrato de la NFL con Minnesota en la NFL, uniéndose a los Vikingos como un novato de 29 años. Era la tercera cuerda, jugando detrás de Bob Berry y Ron VanderKelen. Pero dos años después, guió a los Vikingos a la corona de la NFC y al Super Tazón, a pesar de que sus pases a menudo se tambaleaban como un hombre que se cae de un árbol.

El hombre que Sports Illustrated llamó “El Chicano más Duro” abrazó la violencia del juego, a menudo prefiriendo atropellar a un tackleador, en lugar de evitarlo, si pensaba que podía ganar una pulgada extra. Los compañeros de equipo y los fanáticos lo amaban por eso.

“Joe no corría con tanta frecuencia, pero cuando lo hacía, corría para conseguir todo lo que podía. Y cuando lo derribaban, siempre se levantaba ”, dijo el ex árbitro de la NFL Jim Tunney, residente de Pebble Beach.

A lo largo de ocho temporadas en Canadá y cuatro en la NFL, Kapp nunca se perdió un comienzo debido a una lesión, jugando con costillas rotas, un pulmón perforado, rodillas desgarradas, un hombro separado e innumerables conmociones cerebrales.

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Joe Kapp, entrenador principal del equipo Osos de la Universidad de California en Berkeley.

Una demanda histórica

Siempre promotor de la justicia, Kapp fue parte de una demanda que condujo a un acuerdo en 2017 entre la NFL y los jugadores jubilados que sospechan que sufrieron daño cerebral durante sus carreras, una demanda histórica que condujo al protocolo de conmoción cerebral moderno utilizado por la NFL, la NCAA y los deportes de preparatoria.

Más famosamente, sacrificó los últimos años de su carrera como jugador, presentando una demanda desafiando el llamado “contrato de jugador estándar” de la NFL, que, dijo, restringía su libertad en el mercado del fútbol americano profesional. Un juez falló a favor de Kapp y decidió que los términos del “contrato estándar” constituían una violación de las leyes antimonopolio de Estados Unidos.

“(Kapp v NFL) es un caso importante en el derecho deportivo antimonopolio”, dijo Prasad Krishnamurthy, profesor de UC Berkeley Law, en una entrevista con la revista California Magazine y la Cal Alumni Association. “Aunque fue un fallo del Tribunal de Distrito del Norte de California, no un fallo de apelación o del Tribunal Supremo, sentó un precedente legal y tuvo un efecto indirecto para todos los equipos de la Liga”.

Kapp v NFL  se convirtió en un precedente importante en la jurisprudencia antimonopolio y es la razón principal por la que los jugadores disfrutan de la agencia libre en la actualidad.

Una posdata: Aunque le quedaban $ 450,000 en su contrato con los Patriotas, y los demandantes generalmente tienen derecho a una indemnización triple en casos antimonopolio, a Kapp no ​​se le otorgó nada.

Tomó su última jugada como profesional en 1970 (un año después de ser nombrado Jugador del Año de la NFL) a los 32 años, y sigue siendo el único hombre en la historia que jugó en el Tazón de las Rosas, la Copa Gris y el Super Tazón.

Joe Kapp: actor de Hollywood

Y eso fue simplemente el Primer Acto.

El siguiente acto se produjo en la década de 1970 y principios de la de 1980, cuando Kapp se convirtió en actor de Hollywood, mejor recordado por su papel de guardia de prisión matón en la película de Burt Reynolds de 1974, “The Longest Yard“. También participó en “The Six Million Dollar Man”, “Adam-12”, “Medical Center” y otros programas de televisión populares.

En 1982, Kapp fue contratado como entrenador en jefe de fútbol en su alma mater, UC Berkeley, a pesar de que nunca antes había entrenado. En su primera temporada, fue elegido Entrenador del Año de la Conferencia Pacific-10 y también Entrenador Nacional del Año.

Esa temporada concluyó con “The Play,“un regreso de patada inicial de cinco laterales que proporcionó el touchdown ganador del juego contra un equipo de Stanford liderado por John Elway en The Big Game.

Kapp pasó una temporada, 1990, como gerente general de los Leones de Columbia Británica, su ex equipo en la Liga Canadiense de Fútbol, y se convirtió en entrenador en jefe de Las Alas de Ángeles (que se convirtió en Sacramento Attack) en la Arena Football League en 1992.

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Joe Kapp fue entrenador del año en su primera año como entrenador principal de los Osos de la Universidad de California en Berkeley. El año culminó en una jugada lateral de patada de recuperación que derrotó a Stanford en el Gran Clásico.

Los rencores antiguos duran mucho

Fue un orador destacado en numerosos eventos después de que concluyó su carrera como jugador. En 2011, a la edad de 73 años, el todavía combativo Kapp asistía a un almuerzo de la Liga Canadiense de Fútbol en Vancouver cuando se enfrentó a un compañero del Salón de la Fama de la CFL, Angelo Mosca, de 74 años. La mala sangre entre los septuagenarios se remonta al partido de la Copa Gris de 1963, un golpe que Mosca le puso al compañero de equipo de Kapp, Willie Fleming, que Kapp consideró una jugada sucia.

“Antes de que yo estuviera en el escenario, me estaba haciendo declaraciones obscenas”, dijo Kapp al periódico de Vancouver en ese momento. “Estoy metido en su juego de pitidos ahora, maldiciendo y diciendo groserías.

“Tomé flores que estaban en nuestra mesa y las usé como una rama de olivo”, dijo al National Post después del incidente. “Ofrecí la rama de olivo y me golpearon en un lado de la cabeza. Lo que le hice no fue nada. Me defendí. Me golpeó con un maldito martillo “.

Esposo, papá, abuelo

Kapp hoy está casado con Jennifer, tiene cuatro hijos y cuatro nietos. Un hijo, Will, jugó como fullback en la Preparatoria Los Gatos, luego ingresó al equipo en Cal como pasajero, sufriendo tres conmociones cerebrales durante su carrera universitaria. Un nieto, Frank, jugó como ala cerrada en la Preparatoria Mountain View, y era un estudiante de primer año de camiseta roja para los Cal Bears en 2016, el mismo año en que Joe Kapp fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer.

Mientras que la enfermedad sigue avanzando, el primogénito de Kapp, J.J., un abogado de Santa Clara, dice que su padre está dando una buena batalla.

“Su espíritu es normalmente alto,” dijo. “Todavía hay mucho Joe ahí.”

Kapp ha prometido donar su cerebro a neurólogos de la UC San Francisco para que realicen investigaciones después de su muerte.

Joe Kapp llevó a los Vikingos a capturar la corona del NFC en 1969 y el Super Tazón IV contra los Jefes. 

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